Con una cosecha superior a las 9.000 toneladas es una de las grandes sorpresas en la producción · La World Olive Oil Exhibition, la mayor feria de España dedicada en exclusiva al comercio internacional del aceite de oliva, prepara su cuarta edición para l
Irán, uno de los productores tradicionales de aceite de oliva, pero con un consumo por persona y año todavía bastante bajo, en torno a los 0,17 litros, espera este año una cosecha superior a las 9.000 toneladas frente a las 5.000 toneladas del pasado año, que ya era algo superior a las últimas campañas que han oscilado entre las 4.000 y las 4.500 toneladas, según datos del Consejo Oleícola Internacional (COI). Esta cifra supone un incremento del 80% con respecto a la campaña anterior.
Aunque la producción iraní no ha tenido hasta ahora presencia en la World Olive Oil Exhibition, sí ha habido visitas comerciales en las anteriores ediciones, ya que el aceite de oliva continúa siendo un producto muy apreciado en el país.
Este país, cuna de antiguas civilizaciones, cuenta con cerca de 200.000 hectáreas, la mayoría irrigadas, aunque también tiene alrededor de un 11% de secano y en áreas de escasísima producción, dedicadas a la olivicultura. La actividad de recogida del aceite, según estimaciones diversas, ha aportado este año cerca de 15 millones de jornales, alrededor de medio millón de ellos en la industria de transformación.
La mayor parte del patrimonio olivarero del país se ubica en el Valle de Sefi-Rud, entre las ciudades de Tarom y Manjil, a unos 60 kilómetros de la costa del mar Caspio. Las zonas oleícolas más importantes se sitúan en las provincias de Gilan, Zanjan y Golestan, en el norte y en Khuzestan y Fars en el sur.
Irán cuenta con variedades de olivas autóctonas del área como mari, zard, rowghani, gelooleh, dakal y fishomi que se llevan a las más medio centenar de almazaras que existen en el país. Más del 70% de la producción corresponde al aceite de oliva virgen extra, 20% al virgen y 10 por ciento al lampante.